Estimada comunidad
educativa.
GRACIAS
Nuestra entidad
titular, el claustro de maestros/as y el personal de administración y servicios
se sienten orgullosos de pertenecer a esta comunidad educativa creada en torno
a unos valores cristianos que nos aportan una esencia especial capaz de
irradiar luz en días tan grises.
Ante una situación
tan compleja como la que estamos viviendo, vuestras hijas e hijos han
demostrado ser un ejemplo para toda la ciudadanía, manifestando a diario una
comprensión y un saber actuar inédito para la edad que tienen, ya que han
cumplido con creces todas las instrucciones que se le han encomendado, y lo
mejor de todo, camuflando siempre el dolor y la tristeza tras una gran sonrisa.
Nuestro centro ha
podido experimentar en estos días unos valores que son intrínsecos a esa
formación en valores que nuestra entidad lleva inculcando a sus alumnos/as
desde hace tantos años, ayudado siempre por las familias. Hemos podido
comprobar la solidaridad y generosidad de sus familias, ayudando a diario en
todas las labores que han sido propuestas, ya fueran lectivas o no. Y en estos
valores tienen que permitirnos que
hagamos un breve comentario, ya que
queremos resaltar la labor realizada por todas las madres delegadas durante
estos días, trabajando para sus familias y para el centro sin descanso para que
toda esta maquinaria funcionara correctamente y fuera accesible a todos.
Pero como gran
comunidad educativa que somos, tengo que ser honesto y mostrar gratitud a cada
uno de mis compañeros, Entidad titular, docentes, personal de administración y
servicios, A.M.PA. , Grupo Anaya, por demostrar una enorme profesionalidad
y un gran amor a esta profesión. Día a día,
realizando un sobreesfuerzo, intentando hacer su labor desde la fría pantalla
de un ordenador, han conseguido llevar la escuela al escritorio de cada alumno
en su casa, mostrando cercanía y comprensión a una labor tan compleja como la
que están realizando nuestros alumnos.
Siempre hemos sido
afortunados del grupo humano que conforma nuestra comunidad y de las familias
que lo forman. Nuestro trabajo de enseñar no hubiese sido posible sin su ayuda
y compromiso, aportando a diario tiempo a sus hijos y ayudándonos en tareas
como explicaciones, correcciones, tutorización, envio de actividades, mostrando
siempre, aún en ocasiones desde el desconocimiento y el cansancio, una actitud
valiente y ganadora, haciendo así ver a sus hijos/as, que todo es posible y
motivándolos para afrontar esta misión de la mejor forma posible.
Pero tenemos que ser
justos premiando como HÉROES a los que más se lo merecen, vuestros hijos e
hijas. De un día a otro, sus vidas cambiaron rotundamente, sin material,
pupitres o pizarras, han sido capaces de reinventarse cada uno en sus casas
para crear la mayor escuela del mundo. Han tenido que aprender prácticamente por
sí solos, manifestando siempre ganas por seguir adelante y sobrepasar todas las
adversidades que han ido ocurriendo. Nos están inculcando unos valores
increíbles a todos los adultos, sin poner trabas prácticamente a nada de lo que
les ocurre y como siempre, a través de esa magia que ellos tienen como es la
sonrisa, un abrazo entrañable o una mirada inocente de afecto y cariño.
Por último, una valor
fundamental para estos días es la esperanza, el creer que todo pasara y que seremos
capaces de seguir avanzando en la vida apoyándonos en estos valores que hemos
fortalecidos durante estos días. Nuestra compañera Pilar, nos recordaba en
estos días, que cuando menos lo esperemos, a las 9.00 horas volverá a sonar la
sirena del centro, entrareis corriendo
como tanto os gusta, llenos de ilusión y alegría, rezaremos todos juntos, y nos
dispondremos a recibir nuestras clases, esperando con ganas ese timbre que
suena a las 12.00 h indicando que comienza el recreo, y bajareis por las
escaleras con esas ganas de jugar y compartir risas con vuestros compañeros.
Siempre se hace corto el recreo pero nos da ese aliento para afrontar las
últimas horas hasta que a las 14.00 horas toca de nuevo el timbre para dar paso
al fin de la jornada lectiva y el comienzo del tiempo con la familia, con
esos abrazos y besos que dais a vuestros
padres, madres y abuelos y abuelas.
Quiero que sigáis
felices con la misma felicidad, las mismas risas, las mismas ganas de aprender
junto a nosotros, el mismo amor y la misma fuerza.
Y recordar, el timbre
volverá a sonar.
Un saludo enorme para
todos ustedes.
Preciosas palabras, TODO por nuestros niños y niñas; gracias a vosotros por la dulzura, paciencia y ánimo en cada mail. Nos vemos pronto! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCuánta verdad en lo que escribes, por algo será que el deseo más grande de mi hijo es volver al cole. Muchas gracias por atender cada duda a cualquier hora. Un abrazo y espero volver a vernos pronto.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos los que componeis está bonita familia q es nuestro cole sin la ayuda y el compromiso de tod@s vosotros esta actividad no hubiera salido igual muchas gracias de nuevo y deseo que tod@s estéis bien y que nos veamos muy prontito
ResponderEliminarAni Gómez
EliminarAnte todo muchísimas gracias por esas palabras de aliento y cariño que nos trasmites. Sin duda vamos a salir de esta situación y más reforzados. Sabiendo que podemos sobreponernos a situaciones complicadas, a reinventarnos, a buscar mil formas de organizarnos para que en definitiva la vida siempre supere al dolor y la desdicha. Gracias a ustedes y al A.M.P.A por los esfuerzos que ponéis ante cualquier evento bueno o malo. Y mucho ánimo a nuestr@s pequeñ@s campeones/as que son nuestros hijos. Un Saludo y un abrazo fuerte
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